SM el Rey, Amir Al-Muminin, dirige un mensaje a los participantes en el Coloquio sobre « las reglas de la Fetua en el contexto africano » (Texto íntegro)

 SM el Rey, Amir Al-Muminin, dirige un mensaje a los participantes en el Coloquio sobre « las reglas de la Fetua en el contexto africano » (Texto íntegro)
Su Majestad el Rey Mohammed VI, Amir Al-Muminin (Comendador de los Creyentes) dirigió, este sábado, un mensaje a los participantes en el coloquio organizado del 8 al 10 de julio en Marrakech por la Fundación Mohammed VI de los Ulemas Africanos sobre el tema de « las reglas de la Fetua en el contexto africano ».

He aquí el texto íntegro del Mensaje Real, que fue leído por el ministro de Habices y Asuntos Islámicos, Ahmed Toufiq.

« Loor a Dios, la oración y el saludo sean sobre nuestro señor Enviado de Dios, su familia y compañeros,

Honorables personalidades,

Señoras y Señores,

Es para Nosotros un motivo de orgullo dirigir este Mensaje a la asamblea aquí reunida para debatir un tema que siempre ha gozado de una consideración especial entre Nuestras preocupaciones, a saber, el tema de las fetuas emitidas a partir de las disposiciones de la Sharía y sobre los casos novedosos. Tal consideración parte de la misión que Nos ha sido encomendada por el Todopoderoso para proteger la religión contra las distintas tendencias hacia el extremismo, el ostracismo y las causas de sedición.

Efectivamente, incrementa Nuestra tranquilidad el que la convocación para tratar este tema haya emanado de la Fundación Mohammed VI para los Ulemas Africanos; una fundación cuyos objetivos fijados por Nuestra Majestad, se perpetúan desde que la creamos hace ya ocho años, como puede ser por ejemplo la unificación y coordinación de los esfuerzos de los ulemas musulmanes de Marruecos y demás países musulmanes de África, con el fin de introducir, difundir y consolidar los tolerantes valores del Islam, emprendiendo iniciativas capaces de activar los valores de la medianía, la moderación y el esfuerzo interpretativo en toda reforma necesaria para el proceso de desarrollo en África, tanto a escala continental como de cada uno de sus países.

Señoras y Señores,

Como bien sabéis, Nuestro punto de partida al establecer la Fundación Mohammed VI para los Ulemas Africanos ha sido el de asimilar los múltiples y sólidos lazos del rico patrimonio representado por aquello que asentaron los virtuosos predecesores, a lo largo de los siglos, entre el Reino de Marruecos y los países del África subsahariana.

Estos lazos se basan en las constantes que Marruecos comparte con sus hermanos africanos en la fe y en las moderadas doctrinas sunnitas. Tales constantes fueron erigidas sobre los fundamentos del comportamiento que las órdenes sufíes fomentaron, por una parte, así como sobre los fundamentos de la sabiduría legal transmitida a través de las cadenas de impecables maestros, por otra. En este sentido, el comportamiento y la ciencia legal en nuestro pensamiento religioso son dos caras de una misma moneda.

Si la comunicación entre el Emirato de los Creyentes en Marruecos y los maestros de las órdenes sufíes en los países africanos se ha extendido a lo largo de los siglos, y sigue todavía, Dios Todopoderoso nos ha guiado en esta época hacia aquello que se ha convertido en una imperiosa necesidad, que consiste en el establecimiento de un marco institucional para la comunicación entre los ulemas, los alfaquíes y los muftís, conscientes de los nuevos desafíos, asociados al desarrollo de la vida social y civilizatoria en sus diversos aspectos, y a la necesidad de aplicar normas jurídicas a todo ello.

En este sentido, enorme es la responsabilidad que siempre han asumido los sabios religiosos, cuya importancia y trascendencia ha aumentado en esta época. Se trata de una grave prenda asumida ante Dios y frente a las personas que consideran a los sabios como la referencia segura para transmitir la religión divina en primer lugar, y para la buena aplicación de sus objetivos en lo referente a los asuntos de la gente, en segundo lugar.

Las bases referenciales de los ulemas para lo referente a la asunción de tal responsabilidad, se hallan en aquello que nos ha sido transmitido acerca de la excelente vía emprendida por Nuestro abuelo, el Elegido, la paz y las bendiciones de Dios sean con él, expresadas en el noble hadiz que reza: “Esta ciencia es llevada por todo sucesor justo, cuyos testigos lo eximen de cualquier distorsión de los extremistas, del plagio de lo falso y de la interpretación de los ignorantes ». Estas tres categorías se hallan hoy tratadas por aquellos involucrados en los asuntos religiosos.

Por lo tanto, es necesario que los ulemas ejerzan una influencia positiva sobre las personas, mostrándoles las virtudes de la moderación y la medianía, negando, por otra parte, la influencia negativa de las categorías extremistas e ignorantes sobre las mentes de los inocentes, sobre todo porque estos desviados integran la mayoría de sus discursos sobre la religión en el género de las fetuas y de la habilitación para emitir las mismas, debido a la sacralidad que las fetuas ocupan en las mentes de la gente.

Partiendo de esta realidad, y de la necesidad de proteger la religión de Dios, Hemos cumplido, en Nuestro Reino Jerifiano, con el deber de institucionalizar la fetua, otorgándole carácter colegiado en el seno de las competencias del Consejo Superior de Ulemas, al que el pueblo acude con sus consultas sobre asuntos generales relacionados con la religión; mientras que los ulemas, en tanto que individuos, orientan a las personas hacia aquellas normas religiosas que no son cubiertas por las fetuas, cuando se relacionan con la vida pública. Esta condición debería adoptarse en los países africanos, es decir, que la fetua en los asuntos públicos se encomiende a una institución colegiada de ulemas justos y moderados, que estén comprometidos con los valores constantes de su país y su doctrina jurídica.

Honorables ulemas

Esta bendita reunión vuestra sobre el tema de las fetuas es susceptible de profundizar entre los musulmanes lo que significa actualmente la noción de la medianía, en conformidad con las palabras del Todopoderoso que dicen: “Efectivamente, de vosotros hemos hecho una nación de medianía”. Esta divina orientación, viene a materializar la necesidad de evitar el extremismo y la división, constituyendo una imperiosa exhortación de las gentes a la moderación. Por otra parte, procura tranquilizar las conciencias de las personas con respecto a las diferencias en torno a determinados detalles, a la vez que recomienda la cooperación y la concertación periódicas entre los ulemas africanos, a fin de llevar a cabo un seguimiento de los desarrollos en el ámbito de la solicitud y respuesta de fetuas, procurando los muftíes desplegar sus esfuerzos por integrar los comportamientos culturales locales en el círculo de lo legalmente aceptable, siempre y cuando no exista nada que contradiga lo categórico.

En este tema de la integración de la realidad cotidiana en la religión, los ulemas de nuestro Reino Jerifiano son considerados como un ejemplo a seguir, al aportar innovaciones jurisprudenciales, en los siglos pasados, consistentes en el concepto de “lo que tradicionalmente se ha hecho”, al tomar en consideración las mejores prácticas culturales de los pueblos. Con ello, gracias a la puesta en práctica de herramientas del esfuerzo interpretativo de la doctrina malikí, consiguieron emitir fetuas que integraron una serie de costumbres sociales y culturales de las personas en el ámbito de las cuestiones que se hallan en armonía con las orientaciones de la religión, especialmente en términos de lo que garantiza intereses mundanos, incluida la tranquilidad psicológica.

Los ulemas muftíes del ámbito africano deben también desarrollar las percepciones e intercambiar puntos de vista, particularmente con respecto a la jurisprudencia de la realidad, consignando los resultados de sus investigaciones sobre los diversos tipos de soportes electrónicos disponibles, para difundir su utilidad y mejorar la cualificación.

En efecto, la asistencia de expertos ajenos a la especialidad de las ciencias legales, ayuda a la concertación en el tema de las fetuas. He aquí un comportamiento bien conocido en la historia de la jurisprudencia y las fetuas en nuestro país.

Señoras y Señores,

El programa que habéis propuesto para vuestro encuentro es susceptible de constituirse en punto de partida razonable para el tema de las pautas legales de la fetua legal dentro del espacio africano, en consideración de que ha procurado emprender la vía de la indagación a través de la búsqueda del afianzamiento del concepto de la emisión de fetuas, la explicación de sus pautas y la habilitación de los muftíes, amén de considerar la problemática de las desavenencias con respecto a determinadas referencias y el peligro que representan los fanatismos y los retos de las aplicaciones dentro de los contextos de las costumbres y particularidades.

También abordará la cuestión de llamar la atención sobre la realidad actual con respecto a la temeridad de emitir fetuas por quienes no estén habilitados para hacerlo, además de las consecuencias que de ello pueden resultar con relación a la expansión del discurso del extremismo, el takfir y el odio. Alcanzar la eficiencia en este programa presupone la capacidad de tratar con la sociedad de la comunicación, en el contexto de las tecnologías avanzadas.

En este sentido, os exhortamos a que aprovechéis las ventajas que ofrece la comunicación para continuar vuestras discusiones en torno al tema del encuentro. Tal comunicación os permitirá desplegar vuestros esfuerzos e intercambiar experiencias, del modo que cada grupo de ulemas de un país determinado, se beneficie de la sabiduría del conjunto de los sabios africanos comprometidos con esta iniciativa, reservándose los ulemas de cada país su derecho de contemplar su especificidad.

Señoras y Señores,

No podemos dejar de llamar la atención sobre el hecho de que la perfección de vuestra iniciativa para fijar la fetua requiere necesariamente la participación de las mujeres ulemas, en todos los aspectos de esta iniciativa, ya que las mujeres, para nuestra religión, son consideradas como hermanas de los hombres para lo referente a las normas. En esto, la nación islámica tiene un modelo a seguir en la Madre de los Creyentes, nuestra Señora Aisha, que Dios esté satisfecho de ella, pues de ella tomaron los musulmanes una parte importante de las normas de la religión.

Sobre la base de esta convicción en materia religiosa, procedemos a aportar en nuestro Reino un asesoramiento, tanto a las mujeres como a los hombres, mediante un número de mujeres ulemas y guías. Con el mismo propósito, las mujeres desempeñan un destacado papel en la orientación a través de los medios de comunicación.

Señoras y Señores,

Este coloquio vuestro se enmarca dentro de la cooperación por el bien y la piedad que Dios ha prescrito. Como bien hemos podido constatar en esta época, la seguridad de cualquier país depende de la seguridad del país vecino; en el mismo sentido, la sedición atraviesa las fronteras, del mismo modo que las atraviesan los torbellinos y vientos.

Finalmente, os queremos felicitar por esta bendita asamblea científica, celebrada bajo Nuestros Auspicios Reales, para tratar un tema de extrema importancia, principalmente para hacer de la fetua en asuntos religiosos un acto institucional en el que no haya cabida para las tendencias extremistas, ni para los descarrilados y embaucadores caprichos.

Que Dios os conceda su bendición y corone vuestras obras con el éxito ».

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