La 33ª Cumbre Árabe finaliza sus trabajos con la adopción de la Declaración de Bahréin
Su Majestad el Rey Mohammed VI estuvo representado en esta Cumbre por el jefe de Gobierno, Aziz Akhannouch.
La delegación marroquí estaba compuesta por el ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, el embajador de Marruecos en Bahréin, Mustapha Benkhayi, y el embajador de Marruecos en El Cairo y delegado permanente del Reino ante la Liga Árabe, Mohamed Ait Ouali.
La Cumbre estuvo marcada por un discurso de Su Majestad el Rey, en el que el Soberano subrayó que en estos momentos difíciles para la cuestión palestina, tras la flagrante agresión israelí contra la Franja de Gaza, «estamos más decididos a mantener la causa palestina en el centro de toda acción destinada a establecer una paz justa y duradera en la región de Oriente Medio».
La Declaración de Bahréin, adoptada al término de la 33ª Cumbre Árabe, dio su apoyo al papel de la Presidencia del Comité Al-Quds y de la Agencia Bayt Mal Al-Quds, que ostenta SM el Rey Mohammed VI.
La Cumbre árabe de Manama también aplaudió las iniciativas marroquíes en materia de lucha contra el terrorismo y el extremismo y de clima, destacando los esfuerzos del Reino para resolver la crisis en Libia.
Los dirigentes árabes afirmaron su solidaridad con todos los países árabes en la defensa de su soberanía e integridad territorial y la protección de sus instituciones nacionales contra cualquier intento de agresión extranjera, hegemonía o menoscabo de la soberanía y los intereses árabes.
La Cumbre Árabe dedicó gran parte de sus debates a la cuestión palestina, y la Declaración de Bahréin pidió el despliegue de fuerzas internacionales de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en los territorios palestinos ocupados, a la espera de que se aplique la solución de los dos Estados.