Muchos ciudadanos se congregaron a lo largo del recorrido de la comitiva real, para compartir con SM el Rey, Amir Al Muminin, la alegría de este bendito día y desear al Soberano una feliz fiesta y larga vida.
A su llegada a la mezquita, el Soberano pasó revista a un destacamento de la Guardia Real que rendía honores.
Tras la oración del Aid, el Imam predicó sobre los profundos significados de Aid Al Adha, que marca el final de los diez primeros días del Di Al Hijja, durante los cuales los musulmanes refuerzan su fe en Dios y le agradecen las numerosas bendiciones que les ha concedido, señalando que esta fiesta es un don de la Divinidad a través del cual se manifiestan la unidad, la fraternidad, la ayuda mutua y la solidaridad entre los musulmanes.
Destacando que el Todopoderoso había gratifico al Reino de Marruecos de la Institución de Imarat Al Muminin, el Imam afirmó que SM el Rey, Amir Al Muminin, que Dios le glorifique, protector de la Nación y de la Religión, ha hecho de Marruecos, gracias a su sabiduría y clarividencia, una nación próspera a través de los proyectos estructurantes que ha puesto en marcha, que han izado al Reino entre las Naciones y le han convertido en un modelo a niveles regional e internacional.
El Imam precisó también que Su Majestad el Rey, que Dios le preserve, vela ante todo por el ejercicio del culto y la consagración de sus valores y preceptos.
El Imam concluyó implorando al Altísimo que preserve a SM el Rey, Amir Al Muminin, que corone con éxito sus acciones por el bien de su pueblo fiel, y que le colme en las personas de SAR el Príncipe Heredero Moulay El Hassan, SAR el Príncipe Moulay Rachid y todos los miembros de la Ilustre Familia Real.
Asimismo, elevó oraciones por el descanso de las almas de los difuntos Soberanos, SM el Rey Mohammed V y SM el Rey Hassan II, que Dios les acoja en Su Santa Misericordia.
Acto seguido, SM el Rey, Amir Al Muminin, procedió al ritual del sacrificio, siguiendo la tradición del Profeta Muhammad, la paz y la bendición sean sobre él. Por su parte, el Imam de la mezquita inmoló, después, el segundo cordero.
A continuación, SM el Rey regresó al Palacio Real en medio de las aclamaciones de los numerosos ciudadanos que han acudido para reiterar su inquebrantable apego al Glorioso Trono Alauita y a la augusta persona de Su Majestad el Rey. Al mismo tiempo, sonaron cañonazos con motivo de este día de fiesta.
En el Palacio Real, Su Majestad el Rey Mohammed VI, Amir Al Muminin, que Dios le asista, acompañado de SAR el Príncipe Heredero Moulay El Hassan, SAR el Príncipe Moulay Rachid y SA el Príncipe Moulay Ahmed, recibió las felicitaciones del jefe de gobierno, los presidentes de las dos Cámaras del Parlamento, el presidente-delegado del Consejo Superior del Poder Judicial, primer presidente del Tribunal de Casación, el presidente del Ministerio Público, procurador general del Rey ante el Tribunal de Casación, el decano del Cuerpo Diplomático Islámico en Marruecos, embajador de Camerún, los presidentes de las instancias constitucionales y varias altas personalidades civiles y militares.