En los últimos 25 años, bajo el liderazgo ilustrado de SM el Rey Mohammed VI, que Dios le asista, el alcance social marcó sobremanera el desarrollo del Reino.
Nada más acceder al trono, el Soberano se embarcó en una filosofía de reinado marcada por una política voluntarista basada en grandes valores humanistas, convicción que SM el Rey expresó en su primer discurso a la Nación, el 30 de julio de 1999, en el que manifestó Su determinación a proseguir la obra de desarrollo por el bien de Su pueblo y de todos los estratos sociales, en particular los desfavorecidos, cuya situación constituye una las preocupaciones del Soberano y a quienes rodea de Su solicitud y afecto.
A este discurso, pronunciado el día de la entronización del Soberano, siguieron reformas multidimensionales destinadas a construir un Estado social fuerte e inclusivo, que contribuyeron a transformar la faz del Reino. Estas reformas sitúan el desarrollo social y humano en el centro de los proyectos estructurantes, con el objetivo de lograr un crecimiento económico sostenible. Son seguidas de cerca por políticos y analistas extranjeros.
“Con sus encomiables esfuerzos, Marruecos se erige en modelo en materia de inclusión, lucha contra las desigualdades y avance hacia sistemas universales de protección social”, afirma Li Junhua, Secretario General Adjunto de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU.
La creación de la Fundación Mohammed V para la Solidaridad, que desde 1999 trabaja para promover la dignidad humana a través de un amplio abanico de iniciativas, se enmarca en esta voluntad de dar prioridad a la promoción social, en particular de los grupos más desfavorecidos.
La historia recordará la revisión del Código de la Familia (Moudawana), que está siendo objeto de un nuevo proceso de reforma, así como el lanzamiento de la Iniciativa Nacional para el Desarrollo Humano (INDH). Este gran programa de desarrollo, lanzado por SM el Rey en 2005, hizo de la lucha contra la pobreza, la precariedad y la exclusión social sus caballos de batalla.
La dignidad, la confianza de los ciudadanos en sí mismos y en el futuro de su país, su participación efectiva en el diagnóstico de sus necesidades y su traducción en proyectos son valores que impulsan esta iniciativa.
Más recientemente, la puesta en marcha del Nuevo Modelo de Desarrollo hubo como objetivo reforzar las bases de un Marruecos inclusivo, que ofrece oportunidades y protección a todos y donde se consolidan los lazos sociales.
Para garantizar la eficacia y la igualdad, en 2022 se introdujo un Registro Social Unificado. En la actualidad, el RSU incluye a más de 5 millones de hogares, equivalentes a 18 millones de marroquíes.
La visión Real, a través de este dispositivo, es dar una respuesta eficaz a las necesidades de los ciudadanos y garantizar un impacto tangible y duradero en su vida cotidiana.
Por grande que sea la ambición y por fuerte que sea el compromiso, Marruecos, en su afán por reforzar su modelo de justicia social, tuvo que recorrer un camino largo y a veces arduo, ajustando sus políticas públicas a los vaivenes de los tiempos.
En 2020, año de la pandemia del Covid-19, Marruecos debía demostrar su capacidad para consolidar sus valores de ayuda mutua y solidaridad. En los momentos más duros de una pandemia, que amenazaba con destruir la economía mundial, SM el Rey ordenó un despliegue progresivo de la protección social, que culminó con la generalización del seguro médico obligatorio. Se movilizaron importantes fondos, además de establecer un marco jurídico apropiado y revisar la estructura del sistema sanitario.
Al mismo tiempo, la ayuda directa a las familias más desfavorecidas ha reforzado este modelo social, con la concesión de un subsidio mensual a las familias que cumplen los requisitos. El programa de ayuda a la vivienda es otra de las palancas del pacto social dirigido a las rentas bajas y a la clase media. Concede una contribución financiera a todos los que compran una vivienda por primera vez, tanto los que viven en Marruecos o en el extranjero.
Todos estos logros, cumplidos bajo el reinado de SM el Rey Mohammed VI, encarnan plenamente esta visión humanista, que guía a Marruecos por el camino del progreso, la equidad y la inclusión.