En marzo, la justicia francesa emitió discretamente órdenes de arresto contra Pavel Durov, CEO de Telegram, y su hermano Nikolai, cofundador de la plataforma de mensajería, según reveló en exclusiva Politico. Esta revelación pone de manifiesto una investigación encubierta mucho más amplia de lo previsto, llevada a cabo por la división de ciberdelincuencia de la fiscalía de París.
El caso se centra en la negativa de Telegram a cooperar con las autoridades francesas en una investigación sobre abuso sexual de menores. La plataforma supuestamente no cumplió con una solicitud judicial para identificar a un usuario implicado en la distribución de pornografía infantil. Esta falta de cooperación, considerada inaceptable por las autoridades, llevó a la emisión de órdenes por « complicidad en la posesión, distribución, oferta o puesta a disposición de imágenes pornográficas de menores en grupo organizado ».
La situación se agravó cuando Pavel Durov fue arrestado el sábado por la noche en el aeropuerto de Le Bourget en París, a su llegada desde Azerbaiyán. Su arresto provocó de inmediato una tormenta diplomática, críticas sobre la libertad de expresión, y una caída brusca de Toncoin, la criptomoneda desarrollada por los hermanos Durov, que perdió alrededor del 20% de su valor en pocas horas.
El Kremlin, que ya mantenía relaciones tensas con Durov, reaccionó rápidamente advirtiendo a Francia de la necesidad de contar con pruebas sólidas contra el fundador de Telegram. El presidente francés, Emmanuel Macron, insistió en que el gobierno no estaba directamente implicado en el arresto, mientras que Rusia y los Emiratos Árabes Unidos, donde Durov reside habitualmente, solicitaron acceso consular. Es notable que Durov habría rechazado la ayuda de los Emiratos.
La fiscalía de París confirmó a Politico que la investigación sigue en curso y que Pavel Durov permanece bajo custodia, con su interrogatorio prolongado hasta la duración máxima de 96 horas, es decir, hasta el miércoles. Al final de este período, Durov podría ser formalmente acusado o liberado. El abogado de Durov se negó a comentar sobre la investigación en curso.
El caso también ha provocado reacciones internacionales, en particular de defensores de la libertad de expresión como Elon Musk, quien comparte los ideales de baja moderación de contenido defendidos por Telegram.
La evolución de este caso está siendo seguida de cerca por muchos observadores, mientras Telegram, utilizada por casi mil millones de usuarios, sigue negándose a cumplir con las leyes locales sobre libertad de expresión y divulgación de datos de usuarios. El futuro de esta empresa, vista durante mucho tiempo como un bastión de la libertad digital, es ahora incierto mientras su fundador enfrenta graves acusaciones en Francia.