Después de varias rondas legislativas, el enfrentamiento entre el gobierno y los estudiantes de medicina persiste. Ante este estancamiento, el Centro Marroquí para la Ciudadanía (CMC) ha propuesto la implementación de dos años de servicio de salud nacional, considerando el séptimo año de los estudios médicos como el primer año de este servicio. Esta iniciativa tiene como objetivo resolver los conflictos entre los estudiantes y el gobierno.
En un comunicado publicado recientemente, el CMC admite que esta propuesta forma parte de los esfuerzos para responder a las demandas de los estudiantes de medicina y farmacia, quienes han estado en huelga abierta desde diciembre de 2023 debido a ciertos cambios que el gobierno desea introducir en el marco de la reforma de los estudios médicos.
Según el comunicado, las demandas de los estudiantes se centran principalmente en la mejora de las condiciones de formación y en el rechazo a la reducción de la duración de los estudios de siete a seis años. Los estudiantes temen que esta medida pueda afectar la calidad de la formación y la competencia profesional de los médicos.
Por su parte, el gobierno considera que esta reducción permitirá aumentar el número de médicos y así cubrir el importante déficit en el sector de la salud, que actualmente carece de 3.200 médicos y 6.400 enfermeros.
El CMC considera que la propuesta “tiene como objetivo mantener la calidad de la formación mientras responde a las necesidades del sector de la salud, permitiendo a los estudiantes adquirir experiencia práctica y garantizando una compensación financiera apropiada de acuerdo con el sistema de la función pública”.
La propuesta también incluye un requisito para que los estudiantes respeten un límite mínimo de tiempo trabajando en el sector público después del período de servicio nacional. Esto busca animar a los estudiantes a permanecer en Marruecos y servir a sus ciudadanos, en respuesta al aumento del fenómeno de migración de médicos marroquíes al extranjero.
Esta iniciativa representa una solución de compromiso, conciliando el derecho de los médicos a trabajar en el extranjero con la necesidad de proporcionar atención sanitaria de calidad a los ciudadanos marroquíes, especialmente dado que la formación de médicos está financiada con fondos públicos.
Mientras tanto, crecen las preocupaciones entre los estudiantes sobre la posible pérdida del año académico debido a la continuación de la huelga y al boicot de los exámenes, con tasas de boicot que alcanzan hasta el 95% en algunas facultades por quinta vez.
Los estudiantes piden la revisión de ciertos aspectos propuestos por el gobierno, incluidos los relacionados con la implementación del nuevo marco educativo y la cancelación de sanciones impuestas a algunos de ellos debido a la huelga.
A pesar de los múltiples intentos de mediación por parte del Parlamento, la crisis persiste sin soluciones concretas. Según los representantes de los estudiantes, están dispuestos a continuar la huelga hasta que se cumplan sus demandas, afirmando que “solo buscan obtener una formación médica adecuada para los desafíos de salud que enfrenta Marruecos”.