Desde el anuncio de la visita del presidente francés Emmanuel Macron a Marruecos, los medios de comunicación argelinos se han convertido en una plataforma de ataques continuos, como si las relaciones diplomáticas franco-marroquíes desataran una furia incontrolable en la prensa vinculada al régimen militar argelino.
¿Por qué esta ira? ¿Cómo se puede explicar este comportamiento hostil y recurrente hacia Marruecos?
Sabiduría diplomática marroquí frente a la incitación
Marruecos mantiene siempre la calma en su política exterior, basada en el respeto mutuo y la buena vecindad. Mientras la diplomacia marroquí continúa fortaleciendo sus relaciones internacionales, algunos actores regionales parecen empeñados en avivar los conflictos, presentando esas relaciones como amenazas y rechazando cualquier esfuerzo de progreso positivo y cooperación fructífera.
Frenesí mediático y una campaña de difamación evidente
Es evidente que la prensa argelina, impulsada por agendas militares, aprovecha cualquier evento relacionado con Marruecos para incitar. La visita de Macron, que es un asunto estrictamente franco-marroquí, desató una ola de coberturas hostiles, lo que muestra las contradicciones de los medios argelinos y su incapacidad para respetar la soberanía de otros países y su derecho a tomar decisiones independientes.
Relaciones Marruecos-Francia: Una alianza renovada que desafía las interpretaciones hostiles
Las relaciones entre Marruecos y Francia no son recientes; se basan en fundamentos históricos sólidos que se desarrollan con el tiempo. Los intereses económicos y culturales que Francia tiene en Marruecos, junto con la visión compartida de cooperación de Marruecos, garantizan que el diálogo entre ambos países siga siendo estable y constructivo, a pesar de los intentos de distorsión o perturbación.
Entre políticas constructivas y una diplomacia destructiva
Mientras Marruecos sigue construyendo puentes de cooperación y logrando éxitos diplomáticos, el régimen argelino y sus medios recurren a la incitación y el ataque, en un intento desesperado por restar importancia a su vecino marroquí.
Esta campaña refleja la falta de visión del ejército argelino y su incapacidad para adaptarse a los cambios positivos en la región, mientras que Marruecos avanza firmemente hacia la consecución de sus objetivos estratégicos, respaldado por una fuerte voluntad popular y un liderazgo real sabio.
En conclusión, Marruecos sigue siendo un ejemplo de madurez diplomática
Los ataques mediáticos argelinos no afectan el rumbo de Marruecos, sino que revelan la profundidad de las crisis internas de Argelia y su deseo continuo de cubrir sus fracasos internos agitando temas externos.