Las autoridades francesas han reforzado las medidas de seguridad en la capital para asegurar el partido entre Francia e Israel, programado para este jueves en la Liga de Naciones. El nivel de alerta se ha elevado al máximo, en un ambiente político tenso, con el objetivo de evitar la repetición de los enfrentamientos violentos entre locales y aficionados israelíes que ocurrieron la semana pasada en Ámsterdam.
El presidente francés Emmanuel Macron asistirá al partido junto al ministro del Interior, Bruno Retailleau, “para mostrar su apoyo total al equipo francés y enviar un mensaje de fraternidad y solidaridad tras los ataques antisemitas que siguieron al partido de fútbol en Ámsterdam esta semana”, según el Palacio del Elíseo.
Laurent Nuñez, jefe de la policía francesa, declaró el miércoles en la emisora RTL que aproximadamente 4,000 policías estarán desplegados para asegurar el partido, tanto dentro como fuera del estadio, además de 1,500 agentes en los transportes públicos. La asistencia de espectadores se ha limitado a 20,000 en lugar de los 80,000 de capacidad total del Stade de France, en una medida excepcional que triplica o cuadruplica el despliegue habitual. Solo se permitirán las banderas francesa e israelí dentro del estadio.