El personal sanitario exige disculpas del gobierno por la represión sufrida durante la marcha del « Miércoles Negro » en Rabat, marcada por la violencia y la dispersión forzada de profesionales por parte de las autoridades públicas.
Esta reivindicación surge a raíz de una carta de la coordinación sindical de los ocho sindicatos del sector sanitario al jefe del gobierno, Aziz Akhannouch, solicitando una respuesta a las demandas rechazadas durante la sesión de diálogo presidida por el ministro de Salud y Protección Social, Khalid Ait Taleb, la semana pasada.
La determinación de los trabajadores del sector sanitario para obtener disculpas fue reafirmada por el sindicato de la Federación Nacional de la Salud (FNS), afiliada a la Unión Marroquí del Trabajo (UMT). Durante su última reunión, este sindicato renovó su condena a la represión de la marcha pacífica y pidió la anulación de los procesos judiciales contra los cuadros de salud detenidos.
Adoptando un tono firme ante la amenaza del gobierno de utilizar la herramienta de las deducciones salariales contra los huelguistas, el sindicato exigió que los salarios de los huelguistas no se vean afectados. Destacaron que estas huelgas son consecuencia del incumplimiento del gobierno de sus compromisos y del desconocimiento de las demandas legítimas de los profesionales de la salud.
El sindicato, uno de los más influyentes con un gran número de miembros, recordó su compromiso con la aplicación del protocolo de acuerdo del 29 de diciembre de 2023 y el acta de la reunión del 26 de enero de 2024, que incluye 34 puntos de discusión con el Ministerio de Salud.
Ante la demora en la respuesta del Primer Ministro a los puntos de desacuerdo planteados durante su último encuentro, la Unión Nacional de la Salud solicitó la ratificación de todos los acuerdos con el ministerio y una aceleración de la decisión positiva sobre los nueve puntos de desacuerdo para hacer justicia a las numerosas categorías de cuadros de salud afectados.
El sindicato también insistió en la preservación de los logros y el estatus de funcionario público para todos los empleados del sector sanitario, incluidos aquellos que trabajan en centros hospitalarios universitarios. Pidió una revisión de los artículos 15, 16 y 17 de la ley n.º 08.22, así como una revisión completa de la ley n.º 09.22 para su instauración.
Con respecto a las leyes que rigen el trabajo de los cuadros de salud, el sindicato pidió la retirada inmediata de los decretos adoptados unilateralmente, en particular aquellos relacionados con el estatus administrativo de los empleados, y criticó la falta de consideración de las enmiendas propuestas por el movimiento sindical para una representación equilibrada en los consejos de administración de los grupos territoriales de salud y las agencias.
En materia de remuneración, el sindicato insistió en el derecho de los profesionales de la salud a un aumento general de los salarios proporcional a sus sacrificios y los cambios en el sector. También subrayaron la importancia de pagar las cantidades establecidas para aumentar la indemnización por riesgo profesional a 1500 dirhams para enfermeras y técnicos de salud y a 1200 dirhams para cuadros administrativos y técnicos.
La coordinación entre los sindicatos de la salud, miembro de la coordinación sindical nacional, es considerada crucial por la Unión Nacional de la Salud, que llama a sus miembros en todos los niveles a continuar esforzándose por el éxito de esta coordinación, a pesar de las diferencias ocasionales.
El sindicato, comprometido con la coordinación nacional, no ha mostrado signos de retroceder en su programa de lucha, exhortando a los cuadros de salud a mantenerse movilizados y unidos para defender los derechos y logros de los trabajadores del sector en este período excepcional.