Bajo el liderazgo de Su Majestad el Rey, Marruecos prosigue sus esfuerzos incansables para consagrar sus derechos legítimos sobre sus provincias del sur, a través del plan de autonomía bajo soberanía marroquí, apoyado por una diplomacia Real activa y proactiva.
El Reino ha logrado importantes éxitos desde que SM el Rey Mohammed VI accedió al trono de sus gloriosos antepasados. El reconocimiento por parte de grandes potencias, como Estados Unidos, de la soberanía de Marruecos sobre sus provincias del sur es una ilustración de esta diplomacia Real, que ha convertido a Marruecos en un actor clave en la escena continental e internacional.
Es una diplomacia basada en la claridad cuando hace de la cuestión del Sáhara « el prisma a través del cual Marruecos considera su entorno internacional », como subrayó el Soberano en su discurso con motivo del 69º aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo.
El creciente apoyo internacional al plan marroquí de autonomía como única solución al diferendo regional sobre el Sáhara marroquí es otra ilustración del dinamismo y el éxito del enfoque Real.
Calificada de seria y creíble en sucesivas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU desde 2007, cuando fue presentada por primera vez por Marruecos, la iniciativa ya cuenta ahora con el apoyo de más de 107 Estados miembros de la ONU.
« Marruecos ha hecho de la cuestión del Sáhara el tema central de su diplomacia para que su planteamiento, el de la autonomía de las provincias del sur, tenga la resonancia que tiene hoy », afirma el ex ministro de Asuntos Exteriores de Perú, Miguel Ángel Rodríguez Mackay.
La preeminencia de la iniciativa de autonomía ha sido reiteradamente reafirmada en las resoluciones adoptadas por el Consejo de Seguridad.
El apoyo al plan de autonomía es « fruto de una diplomacia consciente de la importancia de las alianzas geopolíticas estratégicas », explica Samuel Millner, investigador del George Mason Law Center for the Middle East and International Law, un think tank estadounidense con sede en Virginia.
Esta dinámica se ha visto reforzada por la decisión de una treintena de países árabes, africanos, americanos y asiáticos de abrir representaciones diplomáticas en Laayún y Dajla.
Además de apoyar la integridad territorial de Marruecos, la apertura de estas representaciones supone un reconocimiento al nivel de desarrollo alcanzado por las provincias del sur gracias a una política previsora que ha permitido al Sáhara marroquí convertirse en un polo de desarrollo en la vasta fachada atlántica africana.
« El creciente apoyo internacional a la integridad territorial de Marruecos ilustra la validez de la iniciativa de autonomía y la eficacia de la diplomacia llevada a cabo bajo el liderazgo de SM el Rey Mohammed VI », afirma Millner.
El experto no dejó de destacar los avances diplomáticos logrados por Marruecos, particularmente en Europa, recordando que 16 países de la Unión Europea apoyan el Plan de Autonomía. Esto representa, según él, « una realineación importante » de la política exterior europea.
Esta dinámica, que hace justicia a la legitimidad histórica de los derechos de Marruecos sobre sus provincias del sur, apunta a una toma de conciencia creciente en la comunidad internacional sobre la necesidad de resolver la cuestión del Sáhara en el marco de la soberanía del Reino.
« La mayor parte de la comunidad internacional ya es consciente de que la cuestión del Sáhara debe resolverse sobre la base del plan de autonomía », afirma Paolo Von Schirach, presidente del Global Policy Institute, con sede en Washington.
Mientras Marruecos sigue logrando una serie de éxitos políticos y diplomáticos, los opositores a la integridad territorial del Reino siguen sufriendo reveses. Testigo de ello es el no reconocimiento de la fantasmal « Rasd » por más del 84% de los Estados miembros de las Naciones Unidas.
« La fuerte dinámica internacional a favor del plan de autonomía y la diplomacia proactiva de Marruecos están llevando al polisario y a sus partidarios al aislamiento », en un momento en que las teorías separatistas ya no encuentran eco, subraya Millner.