La reciente organización de los exámenes de competencia profesional para docentes ha provocado un intenso debate, destacando preocupaciones sobre la igualdad de oportunidades entre los docentes de diferentes especialidades y las « injusticias » percibidas debido a la falta de cuotas específicas para cada disciplina.
Este debate fue avivado por una pregunta escrita del diputado Hassan Oumribet, miembro del grupo del Partido del Progreso y el Socialismo (PPS), dirigida al ministro de Educación Nacional, Chakib Benmoussa. El diputado interrogó al ministro sobre las medidas que su ministerio planea tomar para « corregir esta situación inequitativa y aumentar el número de aprobaciones en ciertas especialidades en los exámenes de competencia profesional ».
Oumribet afirmó que « la injusticia que sufren algunos docentes de materias específicas durante los exámenes escritos de competencia profesional, que tienen como objetivo mejorar su carrera y situación social, se confirma año tras año ». Subrayó que « la naturaleza de las pruebas no tiene en cuenta las especificidades de cada especialidad », indicando que estos exámenes « no consideran suficientemente las diferencias entre los candidatos en términos de formación académica y habilidades analíticas y críticas ».
El diputado también abogó por el establecimiento de cuotas específicas para cada materia, argumentando que esto garantizaría una verdadera igualdad de oportunidades entre los docentes, dado que los exámenes de competencia profesional varían según las especialidades.
Criticó la práctica actual de clasificar a todos los candidatos sin distinción de especialidad, un enfoque que, según él, « no garantiza la igualdad y no mide claramente los esfuerzos de los docentes por mejorar el sistema educativo ».
Para ilustrar lo que considera una « injusticia », Oumribet explicó que aprobar el examen requiere un dominio profundo de diversas competencias, incluidas las lingüísticas y literarias, así como teorías de las ciencias sociales, como la psicología, la filosofía y las ciencias de la educación, además de altas calificaciones en la práctica de la enseñanza.
Agregó que « aunque el aspecto profesional se desarrolla principalmente a través de la experiencia docente, los otros aspectos presentan grandes disparidades entre los candidatos debido a las diferencias en sus trayectorias académicas y profesionales ».
Eco a estas críticas, un miembro de la oficina nacional del Sindicato Nacional de la Enseñanza – tendencia democrática, también criticó el formato actual de los exámenes de competencia profesional. Declaró que « plantea el problema de la desigualdad de oportunidades entre las diferentes especialidades », añadiendo que « las tasas de éxito en ciertas disciplinas han sido casi nulas durante varios años, mientras que los docentes de algunas otras especialidades tienen tasas de éxito mucho más altas ».
Este responsable sindical también destacó que « a veces, los docentes que presentan los exámenes de competencia profesional son evaluados sobre materias alejadas de su especialidad », ilustrando este problema con el ejemplo de « la falta de consideración, en los exámenes profesionales, de las diferencias entre las especialidades y los niveles de cada año del mismo ciclo educativo ».