El 14 de agosto de 2024, Marruecos conmemora con orgullo el 45º aniversario del retorno de la provincia de Oued Eddahab a la patria. Esta región del sur del Reino, antaño aislada y desconocida, ha experimentado una transformación espectacular desde su retorno bajo soberanía marroquí en 1979.
Este capítulo crucial en la historia marroquí simboliza la conjunción del derecho, la diplomacia y la voluntad popular para restaurar la integridad territorial del Reino. La recuperación de Oued Eddahab no solo representa una victoria territorial, sino también una afirmación moral y política de la continuidad histórica de Marruecos.
Esta reunificación demostró la determinación de Marruecos de preservar su unidad nacional frente a desafíos externos, respetando al mismo tiempo el derecho internacional. Este episodio sigue inspirando a las futuras generaciones, recordándoles que la defensa de la soberanía nacional es un deber.
Un hub estratégico en auge
Hoy en día, Oued Eddahab se ha convertido en un motor del desarrollo económico del Reino, percibido como un futuro centro neurálgico tanto en términos económicos como geoestratégicos. Desde su retorno, esta región ha atraído inversiones colosales, transformando un desierto en un centro económico dinámico y en un eje estratégico bajo la tutela del Estado.
Desde su ascenso al trono, el Rey Mohammed VI ha prestado especial atención a esta provincia, fomentando un desarrollo sin precedentes. Oued Eddahab es ahora una región donde las inversiones en infraestructuras se cuentan por miles de millones, atrayendo el interés de numerosas naciones. Más de 25 países han abierto allí sus consulados, reconociendo así la soberanía marroquí sobre el Sáhara.
Significado histórico
Para entender el significado histórico de este retorno, es necesario remontarse a la época colonial. Conocido entonces como Río de Oro, Oued Eddahab formaba parte del « Sáhara Español ». El Acuerdo Tripartito de Madrid, firmado en noviembre de 1975 entre España, Marruecos y Mauritania, asignó la región a esta última. Sin embargo, esta integración nunca fue aceptada por las poblaciones locales, que continuaron reivindicando su pertenencia a Marruecos.
La situación se complicó con la inestabilidad política en Mauritania y las maniobras del Polisario, apoyado por Argelia. En 1979, tras un golpe de Estado en Mauritania, Marruecos, bajo la dirección del Rey Hassan II, intervino para asegurar la región, lo que llevó a la recuperación de Oued Eddahab el 14 de agosto del mismo año.
Esta fecha marca no solo el retorno de la provincia, sino también una demostración contundente de la autoridad marroquí frente a los intentos de cercarla. Este retorno se percibe como una corrección histórica, un acto de justicia para las poblaciones saharauis que nunca rompieron sus vínculos con el Reino a pesar de los numerosos desafíos.
Repercusiones diplomáticas
El retorno de Oued Eddahab también tuvo repercusiones diplomáticas. Argelia, en particular, vio este evento como un golpe a sus ambiciones regionales. Para Marruecos, fue el logro de la reunificación del Sáhara, después de la Marcha Verde y el Acuerdo de Madrid. Este retorno marcó el inicio de una nueva etapa en la política sahariana de Marruecos, con el reconocimiento progresivo de la soberanía marroquí por parte de la comunidad internacional, simbolizado por la apertura de consulados extranjeros en la región.
Marruecos consolida así su soberanía sobre el Sáhara, afirmando su posición en la escena internacional mientras refuerza los lazos con sus socios en todo el mundo. Oued Eddahab se convierte en un punto de anclaje estratégico en la diplomacia marroquí, ilustrando la capacidad del Reino para navegar con éxito en un entorno geopolítico complejo.
Oued Eddahab, símbolo de un Marruecos en ascenso
Hoy en día, Oued Eddahab es más que una simple provincia del sur; es el símbolo de un Marruecos en ascenso, decidido a imponerse en el escenario mundial. La región encarna el éxito de las políticas de desarrollo implementadas por el Reino, transformando un territorio antes marginado en un centro de dinamismo económico y de influencia cultural, imponiéndose como un eje estratégico en África y más allá.
En resumen, Oued Eddahab es mucho más que una provincia. Encarnan la resiliencia y da testimonio de la determinación de Marruecos de preservar su integridad territorial mientras se proyecta hacia el futuro como una nación unida y soberana.
El 14 de agosto sigue siendo una fecha simbólica, recordando a todos la importancia de la Béiâa, ese pacto sagrado que une al trono y al pueblo marroquí. En definitiva, la provincia de Oued Eddahab no es solo una región; es la encarnación de la resiliencia, el orgullo y la unidad.