En los últimos años, Marruecos ha experimentado un aumento excesivo de las temperaturas debido a las fluctuaciones climáticas y a la disminución de las precipitaciones. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha revelado datos que alertan sobre esta situación.
El informe destaca el impacto de las altas temperaturas en varios países, incluyendo Marruecos, donde el incremento del número de días calurosos y olas de calor extremo es motivo de gran preocupación.
El análisis de UNICEF indica que alrededor de 466 millones de niños viven en áreas donde las temperaturas superan regularmente los 35 grados Celsius, lo que equivale a una quinta parte de los niños del mundo afectados por este problema.
Este análisis también revela una tendencia preocupante respecto al impacto del cambio climático en los niños marroquíes: aproximadamente el 59% de ellos vive en zonas que han visto un aumento del 50% en el número de días de calor extremo entre 2020 y 2024 en comparación con el promedio de la década de 1960.
Además, el estudio muestra que alrededor del 92% de los niños marroquíes residen en regiones donde se han observado incrementos significativos en la temperatura, especialmente en áreas montañosas, donde el número promedio anual de olas de calor ha aumentado en un 50% en los últimos cuatro años en comparación con los años 60.
Cerca del 73% de estos niños, particularmente vulnerables al calor, se encuentran en regiones de Marruecos donde el número anual de olas de calor se ha duplicado en comparación con el promedio registrado hace seis décadas.
Marruecos experimentó en julio pasado dos olas de calor consecutivas, con temperaturas que alcanzaron los 44 grados Celsius en la mayoría de las regiones del país. La primera ola se produjo entre el 9 y el 16 de julio, seguida de una segunda entre el 22 y el 25 de julio, durante la cual las temperaturas superaron los 48 grados en varias regiones.
Los médicos advierten que las olas de calor extremo que ahora ocurren en Marruecos representan una amenaza significativa para los niños y pueden afectar gravemente su salud, causando diversas enfermedades. Es esencial que las familias tomen medidas preventivas desde el inicio de la primavera, y no solo en verano, para proteger a sus hijos de los posibles problemas de salud asociados al calor.