Marruecos vivió en 2023 su año más caluroso jamás registrado, con olas de calor extremas y graves sequías que afectaron profundamente la agricultura y los recursos hídricos, según un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En Agadir, se registró una temperatura récord de 50,4°C, superando en 1,25°C la media de 1991-2020. Además, las sequías golpearon duramente el norte de África, con déficits de lluvia superiores a los 150 mm en varias zonas de Marruecos. El embalse de Al Massira, el segundo más grande del país, alcanzó solo el 6 % de su capacidad en 2023, comparado con el 99 % en 2013.
El sector agrícola sufrió un fuerte golpe, con una caída del 30 % en la producción de cereales debido a la sequía persistente. La OMM advierte que el impacto económico de estos fenómenos podría costar entre el 2 % y el 5 % del PIB anual de Marruecos, y que hasta 118 millones de personas en África podrían verse afectadas por estas condiciones extremas para 2030 si no se toman medidas de mitigación.