La selección nacional de fútbol sala de Marruecos participará en la Copa Mundial (del 14 de septiembre al 6 de octubre en Uzbekistán), armada con experiencia y reputación, con el objetivo no solo de jugar un papel destacado, sino también de lograr un éxito histórico sin precedentes.
En su cuarta participación en el Mundial, Marruecos se presenta como una potencia en el fútbol árabe y africano, enviando señales claras de su preparación para destacar en este escenario mundial.
Los Leones del Atlas llegan a Uzbekistán como un equipo estable a nivel técnico, que ha mostrado un progreso continuo a nivel regional y continental, y se ha desarrollado bien a nivel internacional.
En abril de este año, Marruecos confirmó su supremacía continental al ganar su tercer título consecutivo en la Copa Africana de Naciones, tras sus triunfos en 2016 y 2020.
En el ámbito individual, jugadores como el portero Abdellah Anbia, nombrado mejor guardameta, y Soufiane El Mesrar, máximo goleador, brillaron en la competición africana, con Bilal Bakkali como el mejor jugador del torneo.
En junio de 2023, Marruecos también ganó su tercera Copa Árabe consecutiva, tras victorias contra Irak (3-0) en 2022 y Egipto (4-0) en 2021.
En la escena mundial, después de comienzos prometedores en 2012 y 2016, Marruecos logró su primera victoria en un Mundial en 2021, derrotando a las Islas Salomón (6-0) y empatando contra potencias como Portugal y Tailandia.
Con estos logros, Marruecos ocupa el sexto lugar en el ranking mundial de futsal de la FIFA, y su entrenador Hicham Dguig fue nombrado mejor entrenador del mundo en 2023 por Futsal Planet.
Marruecos busca continuar con este impulso en la Copa del Mundo en Uzbekistán, donde se enfrentará a equipos como Portugal, Panamá y Tayikistán.