La compañía deportiva enfrenta una de las crisis administrativas más graves de su historia tras la renuncia colectiva de tres destacados miembros de su junta directiva.
Mohamed Ahkan, Abdelhanine El Ghrafi y Abdelhakim Cherif anunciaron su retiro, denunciando lo que describen como “decisiones unilaterales” tomadas por el presidente de la compañía.
Estas renuncias se producen tras una serie de tensiones crecientes dentro de la dirección. Los miembros que dimitieron expresaron su descontento por ser excluidos de la toma de decisiones clave para el futuro del equipo y señalaron una “marginalización sistemática” de su papel como representantes del órgano administrativo.
Fuentes cercanas aseguran que los puntos de conflicto principales incluyen la gestión financiera, los contratos de jugadores y cuerpo técnico, así como la falta de transparencia en la toma de decisiones.
Este terremoto administrativo ha generado conmoción entre los aficionados del club, quienes esperaban una estabilidad que devolviera al equipo su brillo tras años de resultados decepcionantes. Muchos fanáticos exigen una investigación exhaustiva sobre las verdaderas causas de la crisis y la rendición de cuentas por parte del presidente respecto a su gestión.
De persistir estos conflictos, el futuro del Ittihad de Tánger podría estar en peligro, especialmente con la cercanía del mercado de invierno, una etapa crucial para reforzar al equipo.
Para superar esta crisis, la directiva deberá restaurar la confianza interna, reformar sus métodos de gestión y poner los intereses del club por encima de todo para garantizar un futuro prometedor para el equipo y sus fieles seguidores.
