La cooperación bilateral en el centro de una entrevista entre Mayara y el embajador chino en Marruecos
Durante esta entrevista, las dos partes pasaron revista a cuestiones internacionales y regionales de interés común, destacando la profundidad y la fuerza de las relaciones estratégicas entre el Reino de Marruecos y China, que han conocido una nueva era desde la histórica visita de SM el Rey Mohammed VI a Pekín en 2016, señala un comunicado de la Cámara de Consejeros.
Las dos partes también expresaron su voluntad común de consolidar aún más las acciones que puedan promover el desarrollo de las relaciones en diversos campos, haciendo hincapié en la necesidad de continuar las reuniones parlamentarias y la comunicación política, con el objetivo de fortalecer las relaciones bilaterales en los planos económico y comercial y ampliar los ejes de cooperación para elevar a un nivel superior la asociación entre los dos países que están llenos de un enorme potencial.
Changlin expresó, en este sentido, su optimismo en cuanto al futuro prometedor de las relaciones económicas marroquí-chinas, en particular en los sectores de la industria y el turismo, saludando al mismo tiempo el mensaje real dirigido a los participantes en la primera edición del « Día Nacional de la Industria », añadió la misma fuente.
Por su parte, Mayara subrayó la necesidad de emprender una acción conjunta y aunar esfuerzos para impulsar las relaciones económicas y desarrollar el comercio para elevarlas al nivel de excelencia de las relaciones políticas entre los dos países, elogiando en este contexto la presencia efectiva de las empresas chinas y su contribución a la creación de oportunidades de empleo y al desarrollo del crecimiento económico y social del país.
También alabó el importante papel desempeñado por Pekín a nivel internacional, especialmente su voluntad de garantizar el equilibrio en el seno de Naciones Unidas mediante la consolidación de la paz y la seguridad internacionales. En este sentido, el presidente de la Cámara de Consejeros alabó la « neutralidad positiva » adoptada por China respecto a la cuestión del Sáhara.