Las autoridades locales de Casablanca iniciaron este lunes operaciones de demolición de varios edificios ubicados en la zona de El Bahira, en el corazón de la medina vieja, como parte de un proyecto de rehabilitación urbana destinado a recuperar estructuras deterioradas.
Varios residentes y comerciantes se sorprendieron por la repentina demolición, habiendo recibido únicamente avisos verbales la noche anterior. Muchos se vieron obligados a evacuar de forma apresurada para evitar riesgos.
Una de las primeras demoliciones afectó a un edificio vecino a la casa del fallecido activista Haj Ali El Manouzi, lo que generó indignación entre sus familiares, quienes calificaron la acción como una “violación legal”.
Abdelkarim El Manouzi declaró que el edificio no figura en la lista de estructuras peligrosas, basándose en un informe judicial que garantiza su seguridad estructural. La familia interpuso un recurso legal ante el Tribunal Administrativo, que según la Ley 94.12, debería suspender cualquier demolición pendiente de resolución judicial.
En una carta pública dirigida al Ministerio del Interior, la familia El Manouzi reafirmó su respaldo a los proyectos de mejora urbana, pero exigió transparencia, respeto a los derechos de propiedad y cumplimiento de los procesos legales.
Aunque el proyecto de rehabilitación es considerado necesario, su implementación ha generado preocupación por la falta de diálogo con los afectados y la posible vulneración de derechos en zonas históricas como la medina vieja.

