La región de Casablanca-Settat está conmocionada por filtraciones de informes de inspección del Consejo Regional de Cuentas, que han puesto al descubierto graves irregularidades en la gestión de los “vales de combustible”. Funcionarios electos y responsables están implicados en la distribución ilegal de combustibles a allegados, fuera de los marcos administrativos establecidos.
Según fuentes informadas, las auditorías también revelaron incumplimientos significativos en los contratos de compra de aceites y repuestos dentro de algunos consejos electos, con una notable falta de transparencia y justificación en el gasto.
Los informes señalan grandes sumas asignadas para combustibles sin actividades de campo que justifiquen dichos gastos, especialmente en colectividades territoriales periféricas, pese al bajo número de vehículos registrados en los parques comunales.
Esta situación plantea serias dudas sobre los mecanismos de control y rendición de cuentas, así como sobre el compromiso de los funcionarios locales con una buena gobernanza, en medio de crecientes llamados a una gestión prudente de los fondos públicos.

