En un proyecto sin precedentes a nivel nacional, Marruecos se prepara para lanzar una red de trenes de cercanías que conectará Rabat, Casablanca y Marrakech. Esta iniciativa marca un hito en la estrategia del país hacia una movilidad más sostenible, moderna y eficiente entre sus principales ciudades.
La línea tendrá una extensión de aproximadamente 220 kilómetros, con 34 estaciones distribuidas entre las tres ciudades: 12 en Rabat, 16 en Casablanca y 6 en Marrakech. Se prevé la circulación de un tren cada 7 minutos y medio, lo que coloca al sistema al nivel de las grandes redes ferroviarias urbanas internacionales.
El objetivo del proyecto es reducir la presión sobre los medios de transporte tradicionales —como los autobuses, taxis y coches particulares— y facilitar la movilidad diaria de miles de ciudadanos, incluyendo estudiantes, trabajadores y funcionarios. También se alinea con los compromisos medioambientales de Marruecos, promoviendo un transporte ecológico y de bajas emisiones.
Desde una perspectiva económica, se espera que el tren de cercanías estimule la inversión local, fomente la expansión urbana y fortalezca la conexión entre los principales polos urbanos del país. Para muchos expertos, este proyecto representa un modelo pionero de transporte inteligente y sostenible en Marruecos.

