Con la llegada del verano, muchos ciudadanos de la región de Casablanca-Settat se han visto sorprendidos por un aumento notable en los precios en cafés y restaurantes costeros, especialmente en zonas turísticas como Aïn Diab, Dar Bouazza, Mohammedia y Bouznika.
Las redes sociales se han inundado de quejas por precios excesivos en comidas y bebidas, sin que la calidad ni el servicio justifiquen tales tarifas. Algunas facturas se han calificado de “escandalosas”, en locales que no cumplen con estándares básicos de higiene ni transparencia de precios.
Hassan Aït Ali, presidente del Observatorio Marroquí de Protección del Consumidor, expresó su preocupación y criticó la pasividad de las autoridades, exigiendo una intervención urgente. Llamó a aplicar controles frecuentes, establecer tarifas claras y ofrecer medios de denuncia a los consumidores.
También insistió en la importancia de fomentar una cultura de consumo responsable, que permita a los ciudadanos reclamar sus derechos y evitar abusos durante la temporada alta turística.

